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Diagnóstico del Virus del Papiloma

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Diagnóstico del papilomavirus

 

Existen diferentes métodos de detección de VPH que dependen del caso o gravedad de la infección, pues se puede estar infectado y no manifestar desarrollo de verrugas genitales:

 

  • Inspección visual o revisión clínica. Realizada por personal médico en la base del pene, escroto, ingles, pubis, vulva, labios mayores y menores. No es necesario presentar este tipo de lesiones cutáneas para sospechar de infección por VPH, por lo que se recomiendan más exámenes a quienes tengan factores de riesgo.

  • Prueba con ácido acético. Se utiliza solución con base en ácido acético para ayudar a identificar las verrugas sin relieve mediante frotación de la zona genital. Los condilomas que no se observan a simple vista aparecen como áreas blanquecinas. Esta prueba no es específica para las verrugas y se puede confundir piel normal con tejido afectado por VPH. Es conveniente que además se tome biopsia (muestras de tejido). Se puede realizar tanto en hombres como en mujeres, en pene, uretra, vagina, vulva, labios mayores y menores, introito vaginal, cérvix y ano.

  • Colposcopia. Mediante luz y colposcopio (lente especial parecido al microscopio) se examina el cuello uterino y paredes vaginales en busca de lesiones o condilomas y con ayuda de solución de ácido acético o lugol (solución a base de yodo) se frotan el cérvix y vagina, lo que remueve el moco que recubre la superficie y resalta el tejido afectado. Este procedimiento también puede examinar el recto en busca de condilomas o lesiones precancerosas.

 

 

 

 

  • Papanicolaou. Ayuda a encontrar células anormales en el cérvix que podrían deberse a infección por VPH y convertirse en cáncer con el paso del tiempo. Este procedimiento sólo se hace de manera periódica en mujeres y vía vaginal, pero debido al incremento de casos de cáncer anal por VPH, se recomienda realizar papanicolau anal, con cierta frecuencia, si se practica sexo anal o se ha realizado alguna vez sin protección y/o con personas infectadas por VPH. Es conveniente llevar a cabo este examen cada 6 meses.

  • Anoscopia. Método para visualizar el ano, el conducto anal y la parte baja del recto mediante anoscopio, instrumento con luz y cámara diminuta, que una vez lubricado es introducido para examinar el recto en busca de condilomas o lesiones precancerosas.

  • Biopsia. Obtiene muestras de tejido para analizarlas posteriormente en el laboratorio y establecer un diagnóstico de forma precisa. Si durante la colposcopia el médico observa algunas lesiones o condilomas, puede tomar una biopsia para confirmar si hay infección por VPH.

  • Prueba de captura de híbridos. Exudado vaginal que permite detectar en forma directa el material genético (ADN) de los tipos de VPH de alto riesgo que generan displasias y cáncer de cuello uterino. Este procedimiento se recomienda a partir de los 30 años.

  • Prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés). Técnica in vitro para detectar la cepa del papiloma virus con la que la persona se pudo haber infectado. Requiere tomar muestra de moco del canal endocervical o de la uretra masculina y en ocasiones pequeña porción de tejido. Es indolora, muy rápida y complementa el diagnóstico con la colposcopia.

  • Penescopia. Detecta verrugas genitales en hombres, las cuales no se observan a simple vista. Consiste en introducir un endoscopio (pequeña cámara) a través de la uretra para comprobar si hay lesiones. Asimismo, se puede tomar pequeña muestra de piel que se observa al microscopio. Se recomienda a cualquier hombre que haya tenido sexo sin protección, pues en ciertos casos los varones no suelen presentar síntomas. Es un procedimiento molesto para el paciente, pero indoloro, ya que previamente se aplica anestesia local.

 

¿Cómo eliminar las verrugas genitales?

 

El tamaño, número y localización determinarán qué tipo de tratamiento para condilomas se aplicará en cada caso, no obstante, hasta hoy ningún método ha curado definitivamente la infección por VPH, por tanto, hay probabilidad de que las verrugas reaparezcan:

 

  • Medicamentos. Pueden ser preparados tópicos o inyectados que inhiben el crecimiento y desaparecen las verrugas. Deben ser aplicados por personal médico capacitado, ya que por localizarse en el área genital se corre el riesgo de que la medicina se extienda a zonas contiguas ocasionando quemaduras.

  • Electrofulguración, electrocauterización o electrocirugía. Se usa láser para eliminar las lesiones cutáneas. Estos procedimientos se pueden realizar tanto en condilomas externos como en el interior de la vagina y en el cérvix.

  • Criocirugía. Procedimiento que congela las verrugas con aplicación de nitrógeno líquido; no requiere anestesia.

  • Cirugía con bisturí. Retiro de los condilomas a través de una escisión quirúrgica; opción en casos de lesiones muy avanzadas que comprometen no sólo la apariencia, sino la salud y comodidad del paciente.

 

A fin de evitar la reinfección es primordial que el tratamiento sea en pareja.

 

Evita el riesgo de transmisión del VPH

 

La prevención es la mejor forma de protegerse contra los condilomas acuminados, por lo que se recomienda:

 

  • Usar condón en toda relación sexual, vaginal, oral o anal. Aunque hay partes genitales que el preservativo no cubre, su uso se ha asociado con menor tasa de cáncer cervical y otras enfermedades de transmisión sexual.

  • Evitar la promiscuidad manteniendo relaciones sexuales con una sola pareja conocida libre de VPH.

  • No compartir ropa interior con otras personas.

  • Abstenerse del contacto directo con la piel de alguien que tenga verrugas.

  • Lavarse las manos minuciosamente después de tocar verrugas.

  • Aplicarse vacuna contra el VPH. Hay dos y previenen la infección por VPH en adolescentes y cáncer cervicouterino en mujeres mayores de 35 años. La vacuna tetravalente protege contra 4 tipos de VPH: 6, 11, 16 y 18, principales causantes de condilomas y lesiones cancerosas. La bivalente sólo previene de los tipos 16 y 18. Se aplican en brazo en 3 inyecciones en un periodo de 6 meses.

  • La circuncisión también disminuye el riesgo de transmisión del VPH, pero no lo elimina del todo porque el virus puede permanecer alojado en el escroto y la región perianal.

  • Abstenerse de la automedicación en caso de que existan condilomas acuminados, ya que muchos remedios sólo agravan la condición.

  • Evitar fumar y beber alcohol. Los efectos tóxicos que estos hábitos ejercen sobre el organismo lo hacen más vulnerable ante el VPH.

  • Mantener nutrición adecuada refuerza al sistema inmunológico y el organismo es menos susceptible a enfermedades.

  • Acudir periódicamente a revisión médica para recibir diagnóstico y tratamiento oportunos o descartar virus del papiloma humano que pueda convertirse en cáncer.

 

 

 

 

 

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