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Revisiones ginecológicas anuales en adolescentes que mantienen relaciones sexuales.La consulta con las adolescentes debe ser privada y confidencial, respetando su intimidad. En muchas ocasiones un problema ginecológico puede ser secundario a uno psico-social.
Por ejemplo, una amenorrea o falta de regla puede ser debida a una preocupación por un problema familiar o de estudios. De esta etapa crucial de la vida derivan muchas actitudes posteriores, por lo que es muy importante aconsejar a los adolescentes sobre sus hábitos de vida.Una entrevista que podría limitarse a aspectos estrictamente médicos, puede derivar a una auténtica necesidad de sincerarse por parte del joven paciente. Pueden descubrirse, entonces, factores de riesgo social como son consumo inadecuado de alcohol con completa ignorancia sobre sus efectos, conducta sexual promiscua con total desconocimiento de sus consecuencias, consumo fútil de tabaco, etc.
Revisión ginecológica en la adolescencia
No hay una edad concreta para la primera visita al ginecólogo. Debes ir si tienes relaciones sexuales, si tienes algún problema ginecológico, o si tienes dudas o preguntas que quieras plantearle. Después, el ginecólogo te indicará cada cuánto debes realizar una revisión.
En general, si tienes relaciones sexuales se recomienda hacerla cada año. La revisión ginecológica genera muchas dudas en las mujeres que han de realizarla por primera vez. No te dejes influir por los comentarios: antes de formarte una opinión equivocada debes saber en qué consiste, los pasos a seguir para realizarla y cuándo es aconsejable hacerla. La revisión ginecológica tiene como objetivo la prevención de trastornos ginecológicos, la confirmación de que tu aparato genital es normal y el asesoramiento en cuanto a anticoncepción si la precisas. No es necesaria ninguna preparación previa especial. Sólo es recomendable realizar la revisión fuera de la regla. En la revisión te realizarán una serie de preguntas para conocer tu historial médico.
Entre otras cosas te pueden preguntar:
- A qué edad tuviste tu primera regla.
- Cuánto tiempo transcurre entre periodos.
- Si tus pérdidas son suaves, medias o abundantes.
- Si usas compresas, tampones o ambos.
- En qué día empezó tu último periodo.
- Si tienes relaciones sexuales.
– Si las tienes, la edad en que las iniciaste, el número de parejas que has tenido, si tienes en la actualidad pareja estable y el método anticonceptivo que usas.
- Si has estado embarazada.
- Si en tu familia hay antecedentes de enfermedades graves.
- Enfermedades que han padecido tus padres y hermanos.
- Si tú has padecido enfermedades graves en general.
- Si te han operado.
- Si tienes alergia a algún medicamento.
La revisión, en todos los casos, consiste en la exploración de tus mamas y tu vulva. Además si has mantenido relaciones sexuales, habrá que realizarte una citología y un tacto vaginal. Normalmente te tumbas en una mesa de revisión que tiene un reposacabezas elevado y unos soportes especiales para apoyar los pies que están al nivel de la mesa. Para la toma de la citología se utiliza un espéculo, que es un separador de las paredes vaginales para que el ginecólogo pueda observar el cuello del útero. A continuación se realiza un tacto vaginal. El tacto vaginal sirve para valorar la normalidad del útero y de los ovarios. Se realiza introduciendo los dedos en la vagina; con la otra mano se palpa el abdomen y así se tacta si hay algún aumento de tamaño en el útero o los ovarios.
Para que la revisión no resulte incómoda es recomendable estar lo más relajada posible. Aunque es algo desagradable y causa cierta vergüenza, no siempre provoca dolor.